Una mordaza con un anillo es otro tipo de accesorio utilizado en la práctica del BDSM para restringir la capacidad de hablar del sumiso. En este caso, no hay una bola, por lo que la mordaza se compone únicamente de un anillo de metal.
El anillo de metal se coloca en la boca del sumiso y se sujeta con una correa o cintas que rodean la cabeza para mantenerlo en su lugar. Al no tener una bola que ocupe la boca, este tipo de mordaza permite que el sumiso pueda sentirse más expuesto y vulnerable, ya que la boca queda más abierta y accesible.
La ausencia de una bola puede añadir una dimensión diferente a la experiencia BDSM. Al no tener una restricción física en la boca, el sumiso puede ser capaz de vocalizar algunos sonidos o palabras restringidas, lo que podría generar sensaciones de incomodidad o sumisión más intensas.
Como con cualquier práctica BDSM, es crucial que ambas partes establezcan límites y acuerdos previos antes de usar este tipo de mordaza. La comunicación clara y el uso de palabras seguras son esenciales para garantizar la seguridad y el bienestar emocional de todos los involucrados.
Recuerda que la práctica del BDSM debe llevarse a cabo con responsabilidad, consentimiento y respeto mutuo en todo momento.